De los 21 futbolistas convocados por Emery, se quedaron sin vestir Marin, Guarente y Diogo Figueiras.
Emery apostó de inicio por Beto,Coke,Fazio,Pareja,Alberto,Carriço,Rakitic,Reyes,Víctor Machín,Rabello y Bacca.
Como no hubo retransmisión del partido por televisión, tuve que seguirlo por la radio. Les dejo el resumen de la web oficial:
El Sevilla cumplió. Sin alardes, dejó la eliminatoria en su bolsillo en un
partido marcado por la falta de ritmo. El Mladost, un equipo muy inferior, supo
en muchas fases frenar a un equipo que está aun en la rampa de lanzamiento y que
dejó a las claras que cuando mantenga la velocidad puede hacer mucho daño a los
rivales.
Fue
al final, tras una mejoría en la segunda parte, cuando se confirmó el buen
resultado después de irse al descanso con un simple 1-0 anotado bien por Bacca,
que hizo lo que se le va a pedir, marcar cuando la tenga. Perotti y Carriço
cerraron la cuenta en la recta final. Emery apostó por el once de gala que
tiene, sin contar las bajas, a la que se unió la del ilusionante Marin, a quien
la contractura muscular que padece le impidió debutar ante su hinchada. Rabello
ocupó el sitio en la línea de tres mediapuntas. La primera parte resultó
plomiza, como invitaba el calor reinante. El Sevilla, puesto en el campo como a
lo largo de los ensayos del mes de julio, se movió con tres medias puntas que
intercambiaban posiciones para buscar huecos, aunque la excesiva lentitud le
impedía enontrar huecos pese a su superioridad técnica y ofensiva. El
Mladost, un equipo técnicamente al límite, estaba bien pertrechado atras y
mostró oficio en labores de contención, pero en ataque no enseñó nada más allá
de que en el primer minuto aprovechó una duda de la zaga local para tener la
ocasión de adelantarse.
El tran tran del Sevilla, cuando se rompía en velocidad a través de paredes,
auguraba peligro. Rabello tuvo un uno contra uno para marcar. Al final el gol
llegó en un balón a la espalda de la defensa que controló Bacca con el pecho
para fusilar por alto al portero balcánico. El tanto no hizo cambiar el
partido. Jairo entró en el campo por un lesionado Reyes y hubo sensación de más
velocidad, pero fue solo un amago. Los minutos se diluyeron sin que la renta
aumentara. Aunque la segunda mitad empezó con otro susto, el Sevilla imprimió
más velocidad en este periodo, sobre todo con un Vitolo muy activo y la
participación de Perotti, con ganas de demostrar que tiene un sitio entre los
once. Sin embargo, los de Emery se perdían en demasiados toques en las
proximidades del área, lo qu facilitaba el trabajo al equipo montenegrino,
crecido en el achique de balones. Un par de incursiones por las bandas,
rompiendo con rapidez, merecieron acabar el gol, pero lo cierto es que los
minutos pasaban y la renta no se ampliaba. Se fue Vitolo para dejar el sitio a
un segundo punta, Rusescu, sin duda en busca de ese segundo gol que por llegadas
y dominio merecía el Sevilla, demasiado inocente en los metros finales.
Tuvo que ser de penalti, por claras manos de un defensor, el segundo tanto.
Perotti, que fue el que lo forzó, pidió a Rakitic tirarlo y lo transformó
engañando sibilinamente al portero. En el arreón final, con el rival ya sin
aliento harto de defender, Carriço, al primer palo a la salida de un córner,
cerró la cuenta dejando en casi un trámite el choque de vuelta de dentro de
siete días.
Veamos el parte médico sobre Reyes, que tuvo que ser sustituido con evidentes gestos de dolor:
El estudio de imagen realizado al jugador del Sevilla FC José Antonio Reyes
revela que el futbolista padece "una rotura parcial del ligamento cruzado
posterior de la rodilla izquierda". Así reza el parte médico ofrecido por los
servicios médicos del Sevilla FC, que añaden que se va a optar por un
"tratamiento conservador" para recuperar al jugador de la lesión. La información
médica añade que es preciso esperar una nueva prueba de imagen, dentro de unos
días, para determinar con más certeza el periodo de recuperación, pero en un
principio éste va a rondar las ocho semanas.
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