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viernes, 1 de mayo de 2015

Dos victorias que nos invitan a soñar

De los 19 jugadores convocados por Emery para recibir al Rayo, se quedó sin vestir Coke.

Emery sacó de inicio a Sergio Rico; Diogo, Carriço, Kolodziejczak, Trémoulinas; Krychowiak, Banega, Iborra; Reyes, Denis Suárez y Gameiro.

Les dejo el resumen de la web oficial. Por problemas de salud me fue imposible hacer el mío. Disculpen las molestias:

 El Sevilla necesitó sólo 45 minutos para apuntarse un encuentro que resultó más sencillo de lo previsible, sobre todo porque el equipo venía de hacer un esfuerzo titánico el pasado jueves y había regresado a casa en la madrugada del viernes. Sin embargo, las rotaciones que introdujo Unai y, sobre todo, la oportuna pegada que exhibió el equipo bastó para sumar de tres. Fue suficiente con un primer acto redondo en el que tuvieron gran protagonismo los hombres de calidad de segunda línea, que desequilibraron con su talento, para que Iborra y Carriço pusieran los goles en el marcador, aprovechando los agujeros que suele dejar el ofensivo Rayo de Paco Jémez.

Las fuerzas estaban justitas y he ahí el gran mérito del Sevilla ante el Rayo, por la capacidad que mostró para resolver por la vía rápida con una primera parte arrolladora, haciendo fácil, casi un trámite, un choque que a priori tenía su miga. Con un once cargado de caras nuevas y muchos centrocampistas, jugando Krychoviak, Banega e Iborra escoltados por Reyes y Denis, el Sevilla tiró de precisión y bisturí para descuartizar al Rayo. Los intentos de romper las espaldas por dentro fueron una constante y de tanto buscarlo los goles cayeron por inercia. El primero fue una maravilla, en la que Banega, soberbio una vez más, se asoció con Diogo, que se coló hasta la cocina y la puso atrás para que Iborra solo tuviera que empujar. 1-0 y el Rayo se va para arriba, dejando muchos más claros que Gameiro y Denis supieron aprovechar, aunque no culminar. El partido no podía ser más apacible, fundamentalmente por la claridad con la que veían el fútbol Reyes y Banega. Y para resolver dudas, antes del descanso un arranque de lucidez de Denis acabó con un certero cabezazo de Carriço que significaba el segundo. Listo para sentencia antes de que aparecieran las lógicas fatigas con el paso de los minutos.

En la reanudación, como era de esperar, el cansancio se hizo con el Sevilla, mucho más espeso y sobre todo poco hábil a la hora de resolver a la contra. El Rayo se lanzó a tumba abierta y los de Unai dispusieron de varias salidas a placer, que en la mayoría de los casos no manejaron bien y que también Toño supo desbaratar. Los madrileños buscaron con ahínco meterse en el choque, pero Sergio Rico, que con el 0-0 salvó con una parada espectacular el primero visitante, se mostró inmenso y mantuvo las cosas en su sitio. Una brillante mano del canterano ante un remate de Manucho, de hecho, arrancó el reconocimiento unánime del Sánchez-Pizjuán.

Victoria fácil, en resumidas cuentas, con una primera parte sensacional, que era cuando había que resolver el choque para evitar que las fuerzas jugaran una mala pasada más tarde. En la segunda mitad la gasolina no dio para mucho más, pero el trabajo ya se había resuelto con una faena vistosa y repleta de oficio. Pese a ello, en el debe queda la falta de acierto a la hora de materializar situaciones muy claras de gol, con contras incluso en superioridad numérica. Más allá de eso, tres puntos y a seguir mirando hacia arriba, que es el sino de este Sevilla que otra vez respondió con creces y mucha capacidad resolutiva a un choque que en realidad era más complicado de lo que pareció. Esa facilidad para ganar sólo es atribuible a la firmeza de los de Nervión, que juegan casi de memoria y simplifican las virtudes rivales con asombrosa habilidad. Eso, y la la profundidad y fiabilidad de la plantilla que maneja Unai Emery, que introdujo hasta siete cambios con respecto al once que alineó en San Petersburgo, sin que ello repercutiera en el rendimiento del equipo.

Veamos el acta:

(18) Deulofeu Lázaro, Gerard 61
en sustitución del jugador
(19) Banega, Ever Maximiliano David
(9) Carlos Arturo Bacca Ahumada 69
en sustitución del jugador
(7) Kevin Gameiro
(14) Iago Aspas Juncal 76
en sustitución del jugador
(10) José Antonio Reyes Calderón

(16') Vicente Iborra de la Fuente Gol
(42') Daniel Filipe Martins Carriço Gol

Con ocasión de la celebración de los goles del Sevilla FC SAD, los autores de los mismos cogieron una camiseta con el lema "ÁNIMO NICO", exhibiéndola a la grada.

Para el desplazamiento a Eibar, los 18 jugadores desplazados fueron Sergio Rico, David Soria, Coke, Diogo, Fernando Navarro, Tremoulinas, Arribas, Kolo, Carriço, Mbia, Iborra, Banega, Denis, Aleix, Reyes, Iago, Gameiro y Bacca.

Emery alineó de inicio a Sergio Rico, Coke, Arribas, Kolodziejczak, Fernando Navarro, José Antonio Reyes, Iborra, M'Bia, Aleix Vidal, Iago Aspas y Carlos Bacca (Éver Banega, minuto 74).

Les dejo el resumen de la web oficial. Por problemas de salud me fue imposible hacer el mío. Disculpen las molestias:

El Sevilla ni baja el pistón ni entiende de acumulación de partidos ni de bajas ni de rotaciones. Su fiabilidad está a prueba de máxima exigencia. Con el que jugó este miércoles en Eibar disputaba su octavo partido en lo que va de mes de abril y una vez más mantuvo el tono de equipo contundente e intratable que le mantiene arriba en la tabla con 69 puntazos. En Ipurua despachó a su correoso rival en apenas quince minutos, con una salida fulgurante, pero principalmente con José Antonio Reyes y Carlos Bacca marcando la diferencia, uno dibujando con genio y el otro matando como el nueve de muchos quilates que es. Y cuando eso ocurre el rival que está en frente, sobre todo si a priori es inferior, tiene muy poco que hacer.

Como advirtió Emery en la previa, el Sevilla no se anduvo con chiquitas. Esta vez el equipo salió con dos delanteros, Aspas y Bacca, con Reyes y Vidal en las bandas y Mbia e Iborra marcando músculo en l zona ancha, algo en principio fundamental en un partido que sin duda requería de tipos duros para fajarse, sobre todo por las características del campo y el tipo de juego del rival. Sin embargo, los que son verdaderamente buenos al final siempre están por encima del fútbol de trinchera, incluso en las trincheras mismas. O lo que es lo mismo, si Reyes está fino el partido es lo que quiere Reyes, sobre todo si al lado tiene a un matador como Bacca. Eso, en resumidas cuentas, fue lo que sucedió en Ipuría. En el minuto 5 el utrerano destrozó las esperanzas locales con un escalofriante pase desde la derecha, que dejó solo a Carlos Bacca. El colombiano adivinó la intención de su compañero, cazó el cuero en carrera y tras sortear a Irureta hizo el primero, un auténtico jarro de agua fría para la parroquia local.

Podría haberse cruzado de brazos con el primero, pero el Sevilla no estaba para bromas y fue a por más. Diez minutos más tarde logró el segundo, otra vez con Reyes y Bacca como protagonistas, si bien contando con la complicidad de Irureta. Reyes botó una falta, Irureta marró en el despeje y Bacca a placer puso el partido todavía más franco. El Eibar, incapaz, era un equipo estéril, absolutamente sobrepasado por un Sevilla que se gustaba y que incluso perdonaba antes del descanso la sentencia, con una serie de contras mal gestionadas en los metros finales.

El Eibar tiró de toda su voluntad tras el descanso, pero con muy pocos argumentos. La única forma de poner en aprietos a Sergio Rico era a balón parado y precisamente al saque de un córner acortó distancias, aprovechándose de una jugada trastabillada que Piovaccari materializó a bocajarro. El tanto de los locales los metía en el partido, pero la ilusión azulgrana duró poco, lo justo hasta que Bacca y Reyes, esta vez intercambiándose los papeles, volvieran a hacer de las suyas, culminando de maravilla una rápida contra, otra más, de un equipo que como siempre evidenció que cuando se le deja espacios es letal. Bacca metió la quinta, Gameiro, que acababa de salir por Aspas, arrastró a su par, y apareció Reyes, solo, que recibió el cuero del colombiano y definió de zurda ajustando al palo derecho de Irureta, al que tan sólo le quedó contemplar el espectáculo.     Reyes y Bacca, después de hacerlo todo, dejaron su lugar a Denis y Banega, acabando el Sevilla con un delantero, pero con el centro del campo más poblado, con el fin de tener bien sujeto el choque, ya encarrilado. No hubo que sufrir demasiado, porque el Sevilla con el marcador en ventaja muestra una autoridad infranqueable. La historia del partido fue la que el Sevilla, particularmente Reyes y Bacca, quiso darle. La de un equipo firme, implacable en el golpeo, por momentos sobrado, manejando los tiempos con empaque de grande, una máquina de ganar que está muy por encima de las circunstancias adversas que se le van presentando en el camino. Es el Sevilla, que metió la quinta marcha hace tiempo y sigue tomando velocidad, quién sabe hasta dónde. 
Veamos el acta:

(7) Kevin Gameiro 60
en sustitución del jugador
(14) Iago Aspas Juncal
(17) Denis Suárez Fernández 66
en sustitución del jugador
(10) José Antonio Reyes Calderón
(19) Banega, Ever Maximiliano David 74
en sustitución del jugador
(9) Carlos Arturo Bacca Ahumada

(6') Carlos Arturo Bacca Ahumada Gol
(15') Carlos Arturo Bacca Ahumada Gol
(63') José Antonio Reyes Calderón Gol

(25') Vicente Iborra de la Fuente Amarilla
(87') Aleix Vidal Parreu Amarilla


+ En el minuto 25 el jugador (12) Vicente Iborra de la Fuente fue amonestado por el siguiente motivo: derribar a un contrario en la disputa del balón

+ En el minuto 87 el jugador (22) Aleix Vidal Parreu fue amonestado por el siguiente motivo: desplazar el balón del lugar donde debía efectuar un tiro libre el equipo contrario con ánimo de perder tiempo

Mañana recibimos al Real Madrid a las 20:00.

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