De los 19 jugadores convocados, Correa quedó sin vestir. Sampaoli apostó por Sergio Rico; Mariano, Rami, Nico Pareja, Mercado, Escudero; Iborra,
NZonzi, Pablo Sarabia; Nasri y Vitolo.
Aún no puedo ni hablar, así que les dejo el resumen de la web oficial:
El
Sevilla FC se ha metido
en octavos de final de la Liga de Campeones después de salvar la difícil visita a un
Parc Ol que
por momentos fue un infierno que sin embargo no derritió el oficio de los campeones de la UEFA Europa League. El
Olympique metió mucha intensidad y como se podía preveer
tocó sufrir, pero el equipo de
Jorge Sampaoli,
sobre todo a raíz de la reanudación, cuando las fuerzas de los
franceses comenzaron a flaquear, supo aguantar el tirón. Muy metido y,
ante todo, muy comprometido con una cita de altura en la que no
decepcionó, el Sevilla salió a clasificarse a octavos y
lo logro con autoridad, tirando de firmeza y compitiendo con esa raza ganadora que le ha dado tantas satisfacciones en las últimas temporadas.
Nadie acertó en las quinielas con el once que
Jorge Sampaoli ponía en liza para la primera final de la temporada. Como en Turín,
el equipo salía a jugar con un falso nueve, desempeñado por
Vitolo, prescindiendo de delantero centro nato.
Nasri y Escudero eran las
grandes novedades, tras superar sus lesiones, en un once en el que
Iborra acompañaba a
Nzonzi en
el manejo del centro de campo. La apuesta por sacar un equipo que
pudiera aguantar más la pelota y sorprender desde atrás, que sí salió
bien en lo defensivo pero no en lo ofensivo en
Turín, pareció funcionar en los primeros compases. Pese a un sobresalto inicial en el que
Rico sacó una mano salvadora ante Valbuena, el
Sevilla FC se
mostró muy a gusto en el inicio, reduciendo con mucho control, con y
sin balón, la efusividad de los locales. Las primeras grandes ocasiones,
de hecho, fueron para los nervionenses.
Vitolo se plantó hasta dos veces ante Lopes, asistido por Escudero y Nasri. En la primera ocasión el canario definió al palo y en la segunda fue
claramente derribado por Lopes, en un claro penalti que no fue señalado.
Las entradas de
Vitolo parecían dar la razón al planteamiento inicial de
Sampaoli, si bien el
Olympique de Lyon a raíz de la jugada del penalti no señalado reaccionó y aceleró su juego.
Lacazzete mandó casi acto seguido del segundo mano a mano de
Vitolo un cabezazo al larguero, con
Rico prácticamente superado. Esa jugada levantó a las gradas del
Parc OL. El ambiente se enfervorizó y los jugadores de
Bruno Genesio empatizaron con su gente. Fundamentalmente
Valbuena hacía mucho daño cayendo por banda izquierda y mandando un disparo a la madera. El
Sevilla se veía rebasado y era incapaz de imprimir pausa a un partido que se le iba de las manos y en el que
Gonalons se imponía en la zona ancha con autoridad.
La llegada del descanso sin duda fue un alivio para los andaluces.
En la reanudación el
Sevilla FC salió más hecho, e incluso metiendo al
Olympique de Lyon por
momentos en su campo, aunque no tardaron los franceses en retomar la
iniciativa. Pero los nervionenses sabían sufrir y resistían con oficio
las embestidas de los hombres de
Genesio, que ya no eran tan intensas como en el primer acto.
Tampoco la presión resultaba tan agresiva, lo que permetía a los sevillistas tener posesiones más duraderas,
apareciendo cada vez más Nzonzi y Nasri. Pero al equipo le faltaba llegada, porque todas las intenciones ofensivas llegaban con poco gas a las inmediaciones de
Lopes.
Sampaoli no especuló y sacó a
Ben Yedder por Sarabia, un cambio que no dejaba de ser toda una declaración de intenciones.
El
Olympique también recurrió al banquillo para
intentar engancharse a un partido al que no era capaz de meterle mano.
Pasaban los minutos y el
Sevilla aumentaba su comodidad
en el choque, lo que propiciaba el lógico desquiciamiento de los
locales. La autoridad con la que se desenvolvían los nervionenses en el
campo resultó demasiado para los voluntariosos locales, que
por más que lo intentaron se estamparon una y otra vez ante la firmeza sevillista.
Y así, resistiendo, sufriendo sobre todo en el tramo final del primer
acto, pero con ese carácter competitivo que le hace extremadamente
fiable en las grandes citas,
el Sevilla FC cumplió su objetivo de estar en octavos de final, con todo el mérito que ello conlleva.
Veamos el parte médico:
Tras la jornada de descanso en el día de ayer, el equipo volvió al
trabajo en la mañana de este viernes. Después de la sesión, los
servicios médicos informaron que
Mariano, con molestias en el
adductor izquierdo y Sergio Escudero, con sobrecarga en isquiotibiales,
están pendientes de evolución para la cita del domingo a
nte el Celta de Vigo. Tando el lateral brasileño como el vallisoletano no trabajaron con sus compañeros, al igual que
Daniel Carriço, quien continúa con trabajo de readaptación.
El domingo visitaremos al Celta a las 16:15.