Estoy harta de ver a canteranos salir en busca de minutos. Por ejemplo, Bernardo, el último canterano en salir. Lo hizo el miércoles en calidad de cedido sin opción de compra y por esta campaña al Sporting de Gijón que dirige José Ramón Sandoval. Y lo hizo seguramente harto de esperar su oportunidad en el banquillo o en la grada, pues el hispano-colombiano (padre colombiano y madre sevillana) no ha disputado ni un solo minuto en Liga (ni una convocatoria) ni en Copa (sí fue convocado).
Estoy harta de ver a esos canteranos salir para dar entrada a otros jugadores.
Estoy harta de que los fichajes que hacen que los canteranos tengan que irse a otros equipos no rindan.
Estoy harta de que profesionales como la copa de un pino que ocupaban nuestro banquillo sean despedidos por el club de su vida con engaños y excusas baratas. Se me vienen a la mente tres personas. Sólo daré una pista: Sevillanos y sevillistas que han abandonado el club despedidos por razones que ni ellos mismos saben aún.
Pero, como no todo iban a ser quejas, voy con una segunda parte:
Estoy contenta de que el club haya depositado su confianza en jugadores que dan la talla. En los Ramos, Reyes, Navas, PUERTA (¡¡¡por fin tienes tu calle, Antonio!!!)... y también en los Palop, Kanouté, Escudé, Renato...
Estoy contenta, por encima de todo, de SER SEVILLISTA. No lo cambio por nada.
¡¡¡Suerte, Bernardo!!!
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