Emery apostó de inicio por Beto, Coke, Nico Pareja, Dani Carriço, Benoît Trémoulinas, Krychowiak,
Mbia, Deulofeu, Denis
Suárez, Carlos Bacca y Kevin Gameiro.
Les dejo el resumen de la web oficial. Disculpen las molestias:
A diez minutos del final el Sevilla perdía y perdía bien. El
Villarreal, muy bien posicionado, había hecho hasta ese momento un
partido inteligente, había tenido las ocasiones y ganaba justamente con
un tanto de Vietto. El Sevilla, espeso, con mucha imprecisión en el
último pase, incapaz en definitiva, no podía. Pero cuando más feo lucía
el cuadro, Emery sacó a Banega, el equipo puso algo más de criterio a su
incuestionable voluntad, y se lanzó literalmente con un arranque de
cólera a por la heroica. En la mayoría de las ocasiones esas embestidas a
la desesperada no surten efecto, pero a este Sevilla sin duda le sopla
el viento a favor y cuando en el 89 Denis Suárez se aprovechó de un
rechace -tal vez el primero que sonrió a los atacantes locales- para
hacer la igualada, todo el mundo sabía que el segundo iba a llegar más
pronto que tarde. Las cosas que tiene el fútbol, lo que el Sevilla fue
incapaz de lograr en 80 minutos de juego inoperante, lo logró en un
arranque de furia excepcional, que se culminó con un penalti a
Tremoulinas que se encargó de marcar Bacca. Remontada colérica para un
equipo que con nueve jornadas cumplidas es colíder, con los mismos
puntos que el Barça. Suena irreal, como irreal pareció la remontada,
pero es incuestionablemente bonito. Una ilusión, que debe ser contenida,
pero que por el momento no tiene fin.
Aseguró el presidente Castro que la actual situación del Sevilla es
irreal. Irreal y maravillosa, claro. Pero mientras la irrealidad se siga
prolongando, el zurrón se va llenando, que es lo que cuenta. Luego ya
vendrán las vacas flacas. Es, en cierto modo, también irreal el marcador
final del Ramón Sánchez Pizjuán, porque muy optimista había que ser
para pensar que el Sevilla iba a levantar en diez minutos un partido en
el que hasta ese momento no le había salido nada. Saliendo de la partida
con dos delanteros, el equipo quiso pero no pudo, porque el Villarreal
tenía muy bien aprendida la lección. El choque discurrió por un cauce de
verdadera igualdad, con las fuerzas muy equilibradas, con amagos
abundantes pero muy pocos golpes. El Sevilla no atinaba, porque los de
Marcelino se anticipaban casi siempre en los últimos metros y porque en
el centro del campo, pese al derroche de Krychowiak, no lograban
imponerse. Las ocasiones, de hecho, eran del Villarreal, que exigió lo
mejor de Beto ante un disparo de falta de Triguero y el posterior
rechace de Uche a poco del descanso.
Nada cambió en la reanudación. El Sevilla no encontraba el camino y
el Villarreal era el que realmente se sentía cómodo. Uche se volvía a
poner de gol, pero fallaba ante Beto por ajustar demasiado al palo corto
su remate. La frustración fue dominando a los nervionenses, que casi
nunca acertaban en sus entregas, en sus últimos pases. Había intención,
pero faltaba eficacia. Emery sacó a Vidal y Aspas, pero la fluidez
seguía sin aparecer y tan sólo las arrancadas de Tremoulinas sazonaban
el ánimo del respetable. Aguardando su momento con mucha disciplina, el
Villarreal dio el aguijonazo que tanto esperaba en el minuto 79. Cani,
que llevaba un instante en el campo, le puso un servicio magistral a
Vietto, que el argentino materializó con clase.
Se acababa la historia, o al menos eso parecía. Pero entonces llegó
el espectáculo reservado para los crédulos. Emery sacó a Banega por
Mbia. Con el rosarino el equipo ganó sentido en sus intenciones y con
Krychowiak y su temperamento la grada todavía creía en lo improbable. Y
entonces llegó la jugada que lo cambió todo. Enésimo ataque que se
frustra con Bacca superado por los centrales, pero por primera vez se
gana un rechace y Denis marca con habilidad. 1-1 y una historia
totalmente diferente. Nervión ruge y el Sevilla pone la sexta, o la
séptima. Al Villarreal le tiemblan las piernas y Tremoulinas, cuyo
partido estaba siendo sobresaliente, es derribado claramente por Dos
Santos dentro del área. Penalti claro, que Bacca toma para sí. para
ejecutarlo con maestría, engañando a Asenjo. Gol y explosión de un
estadio entregado a su equipo, colíder, pero sobre todo tocado por un
momento mágico, porque incluso en un partido en el que se vio superado
en muchas facetas del juego, se impuso con un arrebatador arranque de
cólera. Ser colíder, con 22 puntos de 27 posibles, es irreal, e incluso
ilógico para un equipo con el quinto o sexto presupuesto del
campeonato... ¡Pero qué bonito es!
Veamos el acta:
(22) Aleix Vidal Parreu |
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64 |
en sustitución del jugador |
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(18) Deulofeu Lázaro, Gerard |
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(14) Iago Aspas Juncal |
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73 |
en sustitución del jugador |
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(7) Kevin Gameiro |
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(19) Banega, Ever Maximiliano David |
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81 |
en sustitución del jugador |
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(25) M´Bia Etounde, Stephane |
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|
(87') Denis Suárez Fernández |
Gol |
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(89') Carlos Arturo Bacca Ahumada |
Penalty |
(8') Daniel Filipe Martins Carriço |
Amarilla |
|
(64') Tremoulinas, Benoit |
Amarilla |
|
(72') M´Bia Etounde, Stephane |
Amarilla |
|
+ En el minuto 8 el jugador (6) Daniel Filipe
Martins Carriço fue amonestado por el siguiente motivo: sujetar a un
adversario en la disputa del balón |
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+ En el minuto 64 el jugador (2) Tremoulinas, Benoit
fue amonestado por el siguiente motivo: dejarse caer dentro del área
contraria, simulando ser objeto de falta |
|
+ En el minuto 72 el jugador (25) M´Bia Etounde,
Stephane fue amonestado por el siguiente motivo: infringir
persistentemente las reglas del juego |
+ En el minuto 79 el t?cnico Marcelino García Toral
fue amonestado por el siguiente motivo: entrar en el terreno de juego
varios metros con motivo de la celebración de un gol
El miércoles toca Copa del Rey. ¡Vamos a intentar asaltar Sabadell!