Por motivos de salud, no pude hacer una crónica digna de ser colgada en el blog. Les dejo la crónica de la web oficial. Disculpen las molestias:
El Sevilla está lanzado y vive un inicio de temporada
indudablemente dulce. Lo mejor no es que gana, sino que lo hace por
inercia, jugando de memoria, con el librito de Unai muy bien
aprendido. Este domingo en Córdoba los de Nervión volvieron a lograr un
triunfo de manual, fundamentando el método en una intensa presión desde
el área contraria, mucha solvencia atrás, firmeza en la divisoria con un
vigoroso doble pivote y en su exitosa ejecución de las jugadas de
estrategia. El triunfo fue rotundo, como lo han sido todos los que ha
logrado en esta temporada, pero además se logró rotando de nuevo la
mayoría del once y evidenciando la validez de una plantilla en la que la
competitividad no para de crecer en pos del bien del conjunto.
Los tres goles que logró el Sevilla sintetizan el estilo de juego de este Sevilla de Unai que, pese a estar en fase de crecimiento porque muchos de los fichajes todavía no se han asentado, irradia una fiabilidad envidiable. El primer tanto viene tras una recuperación de Aleix Vidal, infatigable durante todo el encuentro, que el catalán transforma en jugada personal por la banda izquierda para darle un servicio a Bacca que el colombiano solo tiene que empujar. El segundo tanto es fruto de una acción a balón parado, una más, desde la banda izquierda, muy parecida a las dos de este jueves contra el Feyenoord. Denis la pone adentro y aparece Mbia, que acababa de salir, como una exhalación para conectar un testarazo soberbio al fondo de las mallas. Y, por último, el tercero llega con un penalti, transformado por Bacca, sobre Vitolo, después de que Bacca realizara una recuperación en la propia área del Córdoba. Tres goles, que evidencian las claves de un equipo muy trabajado que domingo a domingo suma triunfos bajo las mismas premisas: presión asfixiante muy arriba buscando el fallo del contrario, solidez en la medular, mucha disciplina atrás y ejecución sensacional de las jugadas a balón parado. Ésa, en definitiva, es la receta de un Sevilla que promete y mucho, porque sabe lo que se hace y se lo cree. Sólo así se explica la salida en tromba desde la partida. Antes de que se cumpliera el primer minuto de juego Vitolo ya había tenido una gran ocasión. Bacca también la tuvo casi al instante, pero fue Aleix Vidal quien marcó la diferencia, recuperando el balón en ataque, colándose hasta la cocina por la derecha y asistiendo a Bacca para que el colombiano sólo tuviera que empujarla. Una vez obtenida la ventaja el Sevilla bajó un poco, pero sólo en apariencia, porque aunque la pelota la tenía el Córdoba, el control era visitante, que jugaban un partido muy comprometido, sobre todo en la medular, donde Krychowiak daba un verdadero recital de fuerza. Lo destacable, no obstante, es que el sacrificio comenzaba en la misma línea de ataque. Un buen ejemplo de ello fue ver a Vidal quitarle una pelota de gol en el minuto 32 a Crespo, después de una jugada de ataque sevillista. El espíritu del catalán encarna sin duda el estilo de juego que a buen seguro ambiciona Emery para todo el grupo y que en un alto porcentaje ha conseguido. En la reanudación el Sevilla volvió a salir con el turbo. Las ocasiones caían una detrás de otra. Bacca y Vidal rozaron el segundo, pero no fue hasta que Mbia, ese jugador que parece nacido para enfundarse la camiseta sevillista, saltó al terreno de juego en sustitución de Iborra. Falta sobre Aleix Vidal en el flanco izquierdo del área. Denis la pone y Mbia aparece para decir aquí estoy yo con su cabeza de oro. El choque ya estaba totalmente encarrilado y Sergio Rico hasta ese momento apenas había tenido que salvar una jugada con una complicada falta que sacó de puños tras un peligroso bote. Con todo a favor, el Sevilla pudo golear, pero Bacca perdonó demasiado y tanto coquetearon los hispalenses que se llevaron un susto cuando Borja acortó distancias a ocho del final, aprovechándose de una relajación de la zaga, tal vez la única. El partido se puso emocionante, pero el Sevilla volvió a su versión más seria, comenzó a pegar bocados de nuevo y no tardó en poner las cosas en su sitio, después de que Bacca recuperara el cuero en el área del Córdoba e iniciara una jugada que acabó en claro penalti sobre Vitolo. El propio Bacca se encargó de transformar desde los 11 metros y rubricar un nuevo triunfo que no hace más sino que reforzar las ideas de Unai Emery que tan bien aprendidas tienen sus jugadores. El Sevilla gana, pero sobre todo sabe lo que hace, que es lo más valorable en el mundo del fútbol donde a pesar de lograr victorias no siempre hay un plan que las fundamente.
Los tres goles que logró el Sevilla sintetizan el estilo de juego de este Sevilla de Unai que, pese a estar en fase de crecimiento porque muchos de los fichajes todavía no se han asentado, irradia una fiabilidad envidiable. El primer tanto viene tras una recuperación de Aleix Vidal, infatigable durante todo el encuentro, que el catalán transforma en jugada personal por la banda izquierda para darle un servicio a Bacca que el colombiano solo tiene que empujar. El segundo tanto es fruto de una acción a balón parado, una más, desde la banda izquierda, muy parecida a las dos de este jueves contra el Feyenoord. Denis la pone adentro y aparece Mbia, que acababa de salir, como una exhalación para conectar un testarazo soberbio al fondo de las mallas. Y, por último, el tercero llega con un penalti, transformado por Bacca, sobre Vitolo, después de que Bacca realizara una recuperación en la propia área del Córdoba. Tres goles, que evidencian las claves de un equipo muy trabajado que domingo a domingo suma triunfos bajo las mismas premisas: presión asfixiante muy arriba buscando el fallo del contrario, solidez en la medular, mucha disciplina atrás y ejecución sensacional de las jugadas a balón parado. Ésa, en definitiva, es la receta de un Sevilla que promete y mucho, porque sabe lo que se hace y se lo cree. Sólo así se explica la salida en tromba desde la partida. Antes de que se cumpliera el primer minuto de juego Vitolo ya había tenido una gran ocasión. Bacca también la tuvo casi al instante, pero fue Aleix Vidal quien marcó la diferencia, recuperando el balón en ataque, colándose hasta la cocina por la derecha y asistiendo a Bacca para que el colombiano sólo tuviera que empujarla. Una vez obtenida la ventaja el Sevilla bajó un poco, pero sólo en apariencia, porque aunque la pelota la tenía el Córdoba, el control era visitante, que jugaban un partido muy comprometido, sobre todo en la medular, donde Krychowiak daba un verdadero recital de fuerza. Lo destacable, no obstante, es que el sacrificio comenzaba en la misma línea de ataque. Un buen ejemplo de ello fue ver a Vidal quitarle una pelota de gol en el minuto 32 a Crespo, después de una jugada de ataque sevillista. El espíritu del catalán encarna sin duda el estilo de juego que a buen seguro ambiciona Emery para todo el grupo y que en un alto porcentaje ha conseguido. En la reanudación el Sevilla volvió a salir con el turbo. Las ocasiones caían una detrás de otra. Bacca y Vidal rozaron el segundo, pero no fue hasta que Mbia, ese jugador que parece nacido para enfundarse la camiseta sevillista, saltó al terreno de juego en sustitución de Iborra. Falta sobre Aleix Vidal en el flanco izquierdo del área. Denis la pone y Mbia aparece para decir aquí estoy yo con su cabeza de oro. El choque ya estaba totalmente encarrilado y Sergio Rico hasta ese momento apenas había tenido que salvar una jugada con una complicada falta que sacó de puños tras un peligroso bote. Con todo a favor, el Sevilla pudo golear, pero Bacca perdonó demasiado y tanto coquetearon los hispalenses que se llevaron un susto cuando Borja acortó distancias a ocho del final, aprovechándose de una relajación de la zaga, tal vez la única. El partido se puso emocionante, pero el Sevilla volvió a su versión más seria, comenzó a pegar bocados de nuevo y no tardó en poner las cosas en su sitio, después de que Bacca recuperara el cuero en el área del Córdoba e iniciara una jugada que acabó en claro penalti sobre Vitolo. El propio Bacca se encargó de transformar desde los 11 metros y rubricar un nuevo triunfo que no hace más sino que reforzar las ideas de Unai Emery que tan bien aprendidas tienen sus jugadores. El Sevilla gana, pero sobre todo sabe lo que hace, que es lo más valorable en el mundo del fútbol donde a pesar de lograr victorias no siempre hay un plan que las fundamente.
Veamos el acta:
(5) Diogo José Rosário Gomes Figueiras | 61 | |
en sustitución del jugador | ||
(23) Jorge Andújar Moreno | ||
(25) M´Bia Etounde, Stephane | 69 | |
en sustitución del jugador | ||
(12) Vicente Iborra de la Fuente | ||
(19) Banega, Ever Maximiliano David | 77 | |
en sustitución del jugador | ||
(17) Denis Suárez Fernández |
(8') Carlos Arturo Bacca Ahumada | Gol |
(72') M´Bia Etounde, Stephane | Gol |
(87') Carlos Arturo Bacca Ahumada | Penalty |
(21') Jorge Andújar Moreno | Amarilla |
(74') Aleix Vidal Parreu | Amarilla |
+ En el minuto 21 el jugador (23) Jorge Andújar Moreno fue amonestado por el siguiente motivo: derribar a un contrario en la disputa del balón | |||
+ En el minuto 74 el jugador (22) Aleix Vidal Parreu fue amonestado por el siguiente motivo: derribar a un contrario en la disputa del balón |
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