Emery alineó de inicio a Beto, Coke, Fazio, Fernando Navarro, Alberto
Moreno, Iborra, Cristóforo, Rakitic, José Antonio
Reyes, Víctor Machín y Bacca.
Estoy tan enfadada que, si por mí fuera, no escribiría ni una sola palabra de lo acontecido anoche, pero me debo a mis lectores, así que voy a dejar al menos la crónica de la web oficial:
En el fútbol lo que cuenta son los goles y en ese capítulo el Betis
fue sin duda quien se impuso en una dolorosa noche en la que el Sevilla
se estrelló con su ineficacia cara a portería. El Betis, sin embargo,
fue todo lo contrario. La primera que tuvo la mandó adentro y con el
resultado a favor aguantó el tipo y sentenció a menos de quince para el
final Salva Sevilla, después de que los de Emery se mostraran incapaces
ante Adán e incluso ante el gol, pues de hecho cinco minutos antes del
segundo verdiblanco Gameiro, totalmente solo, mandó un cabezazo en boca
de gol arriba. Aunque no fue el partido perfecto, pues el equipo no se
terminó de soltar nunca, lo cierto es que el Sevilla pagó demasiado caro
su falta de pegada, que en esta clase de partidos, sin duda, es
imprescindible.
La primera jugada del derbi fue un anticipo de lo que iba a llegar
después. A los 12 segundos Carlos Bacca se quedaba solo pero la historia
no iba a ser como los dos últimos precedentes, pues su remate se topaba
con una pierna salvadora de Adán. Ésa fue la primera de muchas. Eso fue
el Sevilla, un continuo fallar y fallar. El Betis dio, sin embargo, la
de cal y en la primera contra que pilló dio un zarpazo con un gol de
Baptistao. Cómodo en el campo, los verdiblancos hicieron su partido, con
una presión efectiva, que a los sevillistas les costó superar. Las
líneas del Sevilla, con Rakitic en la mediapunta, estaban demasiado
separadas, y el continuo recurso del balón largo no daba resultados. Aún
así caían ocasiones. De nuevo Bacca en el 19, con todo a favor, la tuvo
con la testa tras un gran servicio de Rakitic, pero Adan volvió a
salvar. El siguiente en probar suerte fue Alberto Moreno, que se internó
hasta la cocina pero remató alto. El Betis esperaba y en el 31 Cedrick
dejaba claro que los de Calderón podían hacer daño en cualquier momento. Víctor Machín, pero sobre todo Reyes, totalmente solo, la tuvieron antes del
descanso, sin embargo una vez más Adán apareció para desbaratar el
empate.
En la reanudación Emery recompuso al equipo. Salieron Diogo y Gameiro,
retrasando Rakitic su posición y jugando con dos delanteros. Ahora sí el
Sevilla tenía más control y elaboraba su juego. Pero el Betis cada vez
estaba más encerrado y costaba abrir espacios. Aún así, de tanto empujar
parecía que acabaría llegando el empate, al menos se antojaba lo justo.
Salió Marin para dar un poco más de profundidad en la línea de tres
cuartos. Emery se jugaba el todo por el todo y Gameiro, más bien su
cabeza, tuvo la solución al enredo. Esta vez no fue Adan, sino la propia
puntería del francés, pues su cabezazo a placer se fue arriba para
desesperación del respetable. Parecía imposible, como así lo fue sobre
todo cuando a 14 del final Salva Sevilla, recién salido, ajustó de
maravilla un disparo al segundo palo de Beto que puso el definitivo 0-2
en el marcador.
Demasiado castigo, sin duda, para un Sevilla que sin jugar bien, se fajó
y tuvo ocasiones de sobra para al menos hacer un gol. Si en los
anteriores derbis a los nervionenses todo le salió rodado, la historia
fue totalmente diferente en este. El equipo acabó frustrado por su
suerte, pero en el fútbol lo único que vale son los goles y la
efectividad del Betis fue inapelable. La eliminatoria se pone muy
complicada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario