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jueves, 27 de marzo de 2014

Salimos victoriosos de una dura batalla (2-1)

De los 20 convocados, se quedaron sin vestir Luismi y Carlos Fernández. Mal hecho, según lo que yo creo. Los canteranos deben jugar aunque sea unos minutos en Primera.

Emery apostó de inicio por Beto, Coke, Pareja, Fazio, Alberto Moreno, Iborra, Mbia, Reyes, Rakitic, Marko Marin y Bacca.

Les dejo el resumen de la web oficial:

La noche era fría, incluso desapacible para estar en primavera, pero el Sevilla calentó el ánimo de su gente con un partido soberbio que le da aún más galones para postularse a cualquiera de las aspiraciones que se le planteen en este ilusionante tramo final de temporada que se avecina. El equipo venía bien, muy bien, fuerte, entero, pero ganar a un Madrid que llegaba de caer ante el FC Barcelona y con la Liga en juego, entraba en pocas quinielas, sobre todo cuando Cristiano Ronaldo hizo el primero al poco de comenzar, con una falta que dio en la barrera y despistó a Beto. Lo que parecía ser una noche de placer para el Madrid acabó en pesadilla por la consistencia y eficacia local, sobre todo a raíz del pronto empate de Bacca. El Sevilla ofreció un magisterio de inteligencia en el dominio de los tiempos del choque. Aguantando atrás y dándole el balón al Madrid, estuvo muy diestro para manejar los momentos, sabiendo esperar la oportunidad para darle la puntilla a los merengues, cuando Bacca volvió a acertar en una jugada para la leyenda de Rakitic. Sin tener el balón, el equipo tuvo orden y sobre todo una vez más talla de equipo grande, talla, que en cada prueba de altura que se presenta va haciéndose más grande.
Para ganar al Madrid el partido tiene que ser perfecto. Y el Sevilla sin duda se acercó a la perfección, tanto que ni siquiera sufrió en exceso en el tramo final del choque, porque su buena disposición en el campo acabó frustrando de pleno a los merengues. Era difícil pensar en similar desenlace tras el primer cuarto de hora, porque el Madrid salió como un tiro y se puso por delante en el marcador. Ahí un equipo del montón se hubiera desmoronado como un castillo de naipes. Pero este Sevilla está para grandes batallas y lo volvió a demostrar. Cuando más quemaba la pelota Reyes sacó la lámpara e hizo magia, rompiendo a la defensa del Madrid y sirviendo a Bacca para que el colombiano pusiera las tablas. El gol envalentonó a los andaluces, que sin embargo no perdieron su sitio ni jugaron a ser héroes. La consigna era clara, balón para el Madrid, cerrar espacios al máximo y a golpear a la contra. El guión se aplicó a rajatabla y así Reyes y Bacca, esta vez con remate final del utrerano, pudieron generar el segundo. Pero el Madrid, sin duda, fue quien más y mejor las tuvo de ahí al descanso, emergiendo la figura colosal de Beto, que sacó todo lo que tiraron y más.
En la reanudación más de lo mismo. Emery aguantó el equipo, aunque hubiera jugadores que comenzaban a sufrir las altas pulsaciones que deparaba el choque. El tiempo avanzaba y el Madrid comenzaba a ponerse nervioso. Incapaz de llegar con claridad, lo encomendaba todo a disparos lejanos. Beto daba muy pocas opciones. El choque entró en los últimos 20 minutos envuelto en un pañuelo. Daba la sensación de que podía pasar de todo hasta que Ivan Rakitic dijo aquí estoy yo y acabó con la intriga. Es posible que todavía Pepe esté buscando al croata, víctima de su clase de jugador grande, muy grande. El capitán le hizo un sombrero de tacón antológico, engañándole con un toque por arriba magistral cuando recibía de espaldas. Lo dejó atrás y enfiló hacia el arco de López. Varanne salió a su paso, Bacca le tiró el desmarque, Rakitic paró el segundo justo  para pensar y darle un cuero de oro a Bacca, que de nuevo machacó para delirio de Nervión a Diego López.
El 2-1 daba su sitio a la seriedad y el empaque que estaba exhibiendo el Sevilla. El Madrid quemó todas sus naves. Pero por más que lo intentaba, el Sevilla, que daba en cada lance del juego una lección de sacrificio, no concedía casi nada. Los disparos visitantes eran más ensayos de rugby que oportunidades de gol. Las gradas hicieron el resto para insuflar ánimos. Y cuando había que imponer la ley por arriba aparecía Federico Fazio, que fue un titán inexpugnable. Ni siquiera el dilatado descuento alteró el pulso ganador de los sevillistas, que daban la cara con mucha entidad. Así, defendiendo muy por encima de lo que atacaba el Madrid, el Sevilla acabó cerrando su sexta victoria consecutiva en Liga y dando un pasito para acercarse a la cuarta plaza. La Champions está difícil, la Europa League también, pero nadie puede dudar que este equipo, justo cuando llega la recta final de la temporada, está capacitado para todo, para cualquier batalla o reto que se le presente.

Veamos el acta:

(20) Machín Pérez, Victor 70
en sustitución del jugador
(7) Marín, Marko
(3) Navarro Corbacho, Fernando 75
en sustitución del jugador
(19) Reyes Calderon, Jose Antonio
(18) Gameiro, Kevin 82
en sustitución del jugador
(9) Bacca Ahumada, Carlos Arturo

(18') Bacca Ahumada, Carlos Arturo Gol
(72') Bacca Ahumada, Carlos Arturo Gol

(21') Iborra de la Fuente, Vicente Amarilla
(60') Marín, Marko Amarilla
(89') Bastos Pimpared, Antonio Alberto Amarilla


+ En el minuto 21 el jugador (12) Iborra de la Fuente, Vicente fue amonestado por el siguiente motivo: empujar a un adversario en la disputa del balón

+ En el minuto 60 el jugador (7) Marín, Marko fue amonestado por el siguiente motivo: derribar a un contrario en la disputa del balón

+ En el minuto 89 el jugador (13) Bastos Pimpared, Antonio Alberto fue amonestado por el siguiente motivo: retrasar la puesta en juego del balón, con ánimo de perder tiempo

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