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sábado, 6 de octubre de 2018

No salió nada (2-1)

Machín alineó de inicio a Vaclík; Sergi Gómez, Kjaer, Gnagnon; Jesús Navas, Arana; Roque Mesa, Banega, Nolito; Quincy Promes y Muriel.

Aún sigo en shock, así que les dejo la crónica de la web oficial. Disculpen las molestias:

La rara vez propicia Rusia acabó una vez más con la racha de resultados del Sevilla FC y con los espectaculares registros del equipo en su competición fetiche. En un duelo que los locales llevaron a la mayor intensidad posible en el inicio, fueron los blanquirrojos los que acertaron ante la meta rival en una acción a balón parado. Nolito, con la colaboración de Kaboré, conseguía el 0-1 para un Sevilla que había dejado a varios de los titulares en el banquillo. Y ante un Krasnodar que mandó hasta tres balones al larguero, la recta final fue letal para los de Machín, que vieron como los recambios Pereyra y Okriashvili le daban la vuelta al marcador y obligan a ganar los dos próximos partidos del grupo ante el teórico rival más débil y colista, Akhisaspor.

Salió en tromba el Krasnodar y tocó apretarse los machos en los primeros minutos, en los que el equipo ruso ejerció una presión asfixiante y obligó al Sevilla a no errar ni un centímetro en cada pase. Obviamente era un listón demasiado alto y ya en el minuto 3 tuvieron los de Musayev la primera, tras una mala entrega que no aprovechó el sueco Claesson, que disparó fuera. Le costaba merodear el área rival, pero antes del cuarto de hora llegó la réplica sevillista con un centro medido de Arana y un mal remate de Muriel, que optó por su diestra en escorzo en lugar de cabecear en el segundo palo. Como era de esperar el empuje local no duró mucho tiempo más y el Sevilla aprovechó para igualar la posesión y tocar en busca de un guión menos accidentado. Lo consiguió, en parte, pero seguía faltando verticalidad para volcar el terreno de juego hacia la meta de Kritsyuk.

Mediado el primer acto llegó un nuevo arreón del Krasnodar, que esta vez sí que amenazó claramente con lanzamientos al larguero de Mamaev -peinando un córner- y sobre todo de Claesson, que estampó el balón con violencia contra el travesaño tras una acción embarullada. Quedaban quince para el descanso y el Krasnodar dudó entre si reservar baterías y seguir empujando, pero la indecisión le costó cara. Después de un buen intento de Arana de tiro cruzado, a tres para el descanso iba a llegar el premio gracias a la estrategia. Córner que saca Banega desde la izquierda, recibe Nolito en el borde del área y su disparo cambia de trayectoria en el baldío intento de despeje de Kaboré, que despista a su portero para el 0-1. Tanto de los llamados psicológicos para un Sevilla que se ponía por delante con su primer disparo entre los tres palos.

Aunque fue más por avance de líneas que por la intensidad del primer tiempo, lo cierto es que el Krasnodar volvió a estar muy cerca del gol en el inicio del segundo acto. De hecho el sueco Claesson las tuvo de todos los colores para poner el empate en el marcador. En el nueve de la reanudación mandó al larguero -el tercero de la noche- un gran centro de Mamaev, mientras que sólo un minuto más tarde mandó fuera un mano a mano con Vaclík. El encargado de responder fue Luis Muriel, primero con un tiro cruzado y luego con un cabezazo que a punto estuvo de sorprender al cancerbero ruso. Fue la última aportación del colombiano, que justo a la hora de partido dejó su sitio al portugués André Silva. Musayev también movió el banquillo poco después dando entrada a Pereira, que sería el encargado de poner las tablas a los dos minutos de entrar, con un tiro cruzado imposible para Vaclík.

Quedaba el último cuarto de hora y Machín no lo dudó. Dio entrada a Franco Vázquez y Ben Yedder para recuperar esos dos puntos que se escapaban y no tardó en reaccionar el Sevilla. Primero Quincy Promes -justo antes de salir- y luego Franco Vázquez, la tuvieron muy clara para volver a decantar el marcador, pero esta vez no hubo fortuna ante Kritsyuk . El argentino, de hecho, volvió a rozar el tanto desde fuera del área cuando ya sólo quedaban diez para la conclusión. El punto era bueno más por los merecimientos que por el guión del choque, pero el debate se acabó de un plumazo cuando el partido ya moría. Falta que bota con potencia Ramírez, despeje de puños de Vaclík y el rechace permite un centro al área que Okriashvili, rodeado de cuatro hombres, la mete por el único sitio posible y le da la vuelta al marcador.

Mazazo en un partido que estuvo ganado muchos minutos y en el que al final el Krasnodar rompió el cántaro para ponerse líder en solitario del grupo. No se podrá ahora fallar en el doble enfrentamiento ante el Akhishar, que volvió a caer en Bélgica ante el Standard. La primera entrega, el jueves 24 en Nervión.

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