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viernes, 14 de marzo de 2014

¡Vaya con el vecino! (0-2)

Emery alineó de inicio a Beto, Coke, Fazio, Fernando Navarro, Alberto Moreno, Iborra, Cristóforo, Rakitic, José Antonio Reyes, Víctor Machín y Bacca.

Estoy tan enfadada que, si por mí fuera, no escribiría ni una sola palabra de lo acontecido anoche, pero me debo a mis lectores, así que voy a dejar al menos la crónica de la web oficial:

En el fútbol lo que cuenta son los goles y en ese capítulo el Betis fue sin duda quien se impuso en una dolorosa noche en la que el Sevilla se estrelló con su ineficacia cara a portería. El Betis, sin embargo, fue todo lo contrario. La primera que tuvo la mandó adentro y con el resultado a favor aguantó el tipo y sentenció a menos de quince para el final Salva Sevilla, después de que los de Emery se mostraran incapaces ante Adán e incluso ante el gol, pues de hecho cinco minutos antes del segundo verdiblanco Gameiro, totalmente solo, mandó un cabezazo en boca de gol arriba. Aunque no fue el partido perfecto, pues el equipo no se terminó de soltar nunca, lo cierto es que el Sevilla pagó demasiado caro su falta de pegada, que en esta clase de partidos, sin duda, es imprescindible.
La primera jugada del derbi fue un anticipo de lo que iba a llegar después. A los 12 segundos Carlos Bacca se quedaba solo pero la historia no iba a ser como los dos últimos precedentes, pues su remate se topaba con una pierna salvadora de Adán. Ésa fue la primera de muchas. Eso fue el Sevilla, un continuo fallar y fallar. El Betis dio, sin embargo, la de cal y en la primera contra que pilló dio un zarpazo con un gol de Baptistao. Cómodo en el campo, los verdiblancos hicieron su partido, con una presión efectiva, que a los sevillistas les costó superar. Las líneas del Sevilla, con Rakitic en la mediapunta, estaban demasiado separadas, y el continuo recurso del balón largo no daba resultados. Aún así caían ocasiones. De nuevo Bacca en el 19, con todo a favor, la tuvo con la testa tras un gran servicio de Rakitic, pero Adan volvió a salvar. El siguiente en probar suerte fue Alberto Moreno, que se internó hasta la cocina pero remató alto. El Betis esperaba y en el 31 Cedrick dejaba claro que los de Calderón podían hacer daño en cualquier momento. Víctor Machín, pero sobre todo Reyes, totalmente solo, la tuvieron antes del descanso, sin embargo una vez más Adán apareció para desbaratar el empate.   En la reanudación Emery recompuso al equipo. Salieron Diogo y Gameiro, retrasando Rakitic su posición y jugando con dos delanteros. Ahora sí el Sevilla tenía más control y elaboraba su juego. Pero el Betis cada vez estaba más encerrado y costaba abrir espacios. Aún así, de tanto empujar parecía que acabaría llegando el empate, al menos se antojaba lo justo. Salió Marin para dar un poco más de profundidad en la línea de tres cuartos. Emery se jugaba el todo por el todo y Gameiro, más bien su cabeza, tuvo la solución al enredo. Esta vez no fue Adan, sino la propia puntería del francés, pues su cabezazo a placer se fue arriba para desesperación del  respetable. Parecía imposible, como así lo fue sobre todo cuando a 14 del final Salva Sevilla, recién salido, ajustó de maravilla un disparo al segundo palo de Beto que puso el definitivo 0-2 en el marcador.   Demasiado castigo, sin duda, para un Sevilla que sin jugar bien, se fajó y tuvo ocasiones de sobra para al menos hacer un gol. Si en los anteriores derbis a los nervionenses todo le salió rodado, la historia fue totalmente diferente en este. El equipo acabó frustrado por su suerte, pero en el fútbol lo único que vale son los goles y la efectividad del Betis fue inapelable. La eliminatoria se pone muy complicada.

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