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martes, 22 de mayo de 2018

Antonio Álvarez, al servicio del Sevilla FC desde hace 45 años

Primero voy a contarles unos cuantos datos objetivos sobre este señor:

Nació en Marchena (Sevilla) el 4 de abril de 1955, aunque, como anécdota, les contaré que lo inscribieron el 10 de abril, fecha que aparece en su DNI. ¿Por qué 6 días de diferencia? Muy fácil: Fue el tiempo que tardó su padre en inscribirlo en el Registro Civil.

Emigró a Alemania por motivos laborales de su padre, pero regresó a Sevilla en 1973. Empezó a jugar en el Sevilla Atlético. En 1974, debuta en el primer equipo gracias a Roque Olsen. Empezó jugando de centrocampista hasta que se hizo dueño y señor del centro del campo (de ahí que su apodo sea "Mariscal del área"). Estuvo 12 años jugando en Primera.

En 1988 cambia Sevilla por Málaga, donde permanece hasta 1992, año en el que cambia Málaga por Granada, club del que se marcha en 1995. En la 96/97 ya está de regreso en el club para ejercer como segundo de José Antonio Camacho, al que sustituyó en aquella temporada de forma interina durante un partido antes de la llegada de Bilardo. Tras formar dupla con el argentino, siguió en el cargo durante las etapas de Juan Carlos Álvarez, Vicente Miera, Julián Rubio y Fernando Castro Santos. Etapas convulsas en las que nunca pensó en bajarse del barco.

Tras el período en el banquillo de Marcos Alonso y la última etapa de Juan Carlos Álvarez, llegó Caparrós y con él la estabilidad que tanto se había echado en falta en los años anteriores. Y aunque el utrerano decidió no seguir en 2005, Álvarez continuó siendo el segundo de a bordo de la dirección técnica también para Juande Ramos y para Manolo Jiménez. Precisamente acabaría sucediendo al arahalense en 2010, tras nada menos que 14 años consecutivos formando parte del vestuario nervionense desde el otro lado. Con la victoria en la final de Copa y la clasificación para Champions con el inolvidable gol de Rodri, el club optó por su renovación. Sin embargo, tras la eliminación en la ronda previa y el irregular inicio liguero, su marcha se consumó a finales de septiembre de 2010.

Se ponía así punto y seguido a una trayectoria de décadas que más allá del reconocimiento popular, quedó reflejada con la concesión del Dorsal de Leyenda a finales de 2016. Apenas unos meses más tarde, el regreso de Antonio Álvarez al club quedaba confirmado con su nombramiento como director de la Escuela de Football Antonio Puerta, así como en labores de representación en actos relacionados con la Fundación. En las últimas semanas, fue él mismo quien reconoció que estaría dispuesto a ayudar al Sevilla en lo que se le necesitara y poco después llegó su vuelta al banquillo, tras la marcha de Vincenzo Montella. Joaquín Caparrós le incluyó como segundo técnico en el staff de hombres de la casa confeccionado para sacar adelante el objetivo europeo y de esta forma Álvarez volvió al vestuario sevillista ocho años después, logrando con el resto del equipo la meta deseada.

Hablar de hombre de club en el Sevilla FC es sin duda hablar de Antonio Álvarez Giráldez, aquel chico que llegó de Alemania para cumplir su sueño a mediados de los años 70 y que más de cuatro décadas más tarde puede presumir de ser pasado, presente y futuro de la entidad de su vida. Esa a la que ha ayudado a catapultar hacia el éxito desde diferentes facetas, consiguiendo seis títulos para el club, el Dorsal de Leyenda a título individual y el agradecimiento de todo el sevillismo por tantos años de abnegado trabajo.

Pero basta ya de tanta fecha y tanto dato objetivo. Voy a hablarles de mi amigo Antonio:

Siempre defiende nuestro escudo allá donde se le requiere. Colaboró hasta el mismo día de su contratación en Canal Sur Radio. De hecho, que no estuviera allí esa tarde fue una pista muy gorda para esta servidora de lo que estaba pasando.

Antonio para mí es más que un señor que ha sido futbolista y entrenador. Antonio es mi amigo. Está ahí cuando necesito hablar porque esté más bajita de ánimo o cuando quiero contarle qué pasó aquella bendita noche de 2010 por mi cabeza. Antonio tuvo el detallazo de mandarme un gran abrazo desde la radio aquella tarde del 27 de agosto de 2017 (fecha en la que oí mi primer partido desde que fuera intervenida dos veces en verano y tuviera que perderme el Trofeo Antonio Puerta, la jornada 1 y la ida y la vuelta de la previa de Champions).

Mi amigo Antonio me engañó un poquito hace justo una semana al decirme: "Seguro que nos vemos pronto" tras contarle lo que me había pasado al ir a comprar las entradas, pero fue una mentirijilla piadosa para no destapar lo que iba a suceder un poco más tarde ese día (la llamada contándome que estaba invitada y ese sentimiento de que casi me iba a caer de la alegría) y unos días después.

Mi amigo Antonio me dio un abrazo tan fuerte que casi me hace zumo...

¡Qué grande eres, Antonio!


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