De los 21 jugadores convocados, se quedaron sin vestir Sergio Rico, Cicinho y Carlos Fernández.
Emery apostó por Beto; Coke, Pareja, Fernando Navarro, Alberto Moreno, Carriço, Iborra, Reyes, Rakitic, Marin y Bacca.
Les dejo el resumen de la web oficial:
El partido de esta noche en Do Dragao tiene dos lecturas y una
conclusión. Empezando por lo último, lo mejor es que la eliminatoria
está más que viva y que se resolverá en 90 en Nervión, sin poder contar
el Oporto ni con Jackson Martínez ni con Fernando, piezas clave en su
entramado. En cuanto al partido en sí, dos son las razones que explican
la derrota. Primero, que el Sevilla salió cohibido, dándole el balón al
Oporto, pero, a diferencia de otras ocasiones, sin ofrecer alternativas.
Apenas se sintió la respiración del equipo de Emery en la primera
parte. En la reanudación, sobre todo a raíz de los cambios, el Sevilla
mejoró, pero entonces evidenció que no era su noche, porque las
imprecisiones en su juego eran constantes y un sinfín de jugadas que
podrían haber dado mucho más de sí quedaron en nada por las malas
entregas. Aún así, la tuvo Gameiro, ante un rechace de Fabiano, que el
francés con todo a favor remató mal. El Oporto también tuvo sus opciones
al final, pero ahora sí, el encuentro era un choque de poder a poder,
que acabó con derrota por la mínima, sin duda la mejor noticia de la
noche, pues todo se resolverá en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Que hay vida para la vuelta, es lo mejor que se puede sacar de un
partido en el que el Sevilla no dijo presente hasta bien entrada la
segunda mitad. No es raro ver jugar al equipo de Unai a la contra, pero
sí sin generar ocasiones ni ofrecer alternativas. En la primera parte al
Sevilla, pese a que estuvo más que bien en defens le faltó entidad,
renunciando a sus opciones ofensivas. Y así, cuando el que está en
frente es un equipo de la categoría del Oporto, es verdaderamente
difícil. En los primeros 10 minutos el Oporto ya había sacado cuatro
saques de esquina. Tal era el dominio luso que sus centrales jugaban en
campo sevillista. El equipo nervionense, que jugaba con Carriço e Iborra
de mediocentros, Marin y Reyes en los interiores y Rakitic escoltando
arriba a Bacca, aguantaba los golpes como buenamente podía. Y lo hacía
bien, porque el bombaerdeo local era constante y el peligro se evitaba
con oficio. Pasada la primera media hora fue cuando llegó la jugada que
decidió el encuentro. Es increible que el Sevilla recibiera el único gol
de la noche de una forma tan inocente, con las ocasiones que tuvo el
Oporto y que generalmente tan bien se defendieron. Una falta rápidamente
sacada por los portugueses pilló descolocado a los sevillistas,
Quaresma sacó a relucir su exterior y Mangala, entrando como una moto,
hizo el 1-0. Ahí se vino lo peor, porque el Oporto metió una marcha más y
el Sevilla era incapaz de sacudirse de la presión blanquiazul. Fue en
esos momentos de pánico cuando apareció el mejor del Sevilla en
Do Dragao, Beto, que salvó ante Quaresma y sobre todo desvió un trallazo
de Defour que se fue al palo.
Eran muchas las cosas que tenía que cambiar el Sevilla al descanso.
En la reanudación se vio otra disposición, el equipo abandonó la timidez
y comenzó a mirar la portería de Fabiano, presionando más arriba e
intentando poner una réplica al dominio local. Pero no fue hasta media
hora del final, con la recolocación de Rakitic en el mediocentro y la
entrada de Gameiro y Diogo cuando el Sevilla comenzó a jugarle de tu a
tu a su rival. Por momentos pareció que el empate era posible, pero las
ahora explícitas intenciones nervionenses se atropellaban por continuos
errores en los pases. El momento del Sevilla estuvo, sin duda, en el
minuto 74, cuando Bacca probó suerte desde la frontal, despejó mal
Fabiano y Gameiro, solo, remató fuera y mal lo que muchos veían ya
dentro. El Oporto tomó aire y con los cambios pegó un nuevo empujón en
el tramo final, pero Beto estaba soberbio y cuando no llegaba por
fortuna el cuero, en un tiro de Quaresma desviado por el trasero de
Gameiro, se estrellaba en el palo. La expulsión de Fernando al filo del
descuento rebajó los ánimos locales y en el descuento prácticamente
ambos equipos se tomaron un descanso, siendo conscientes que el
desenlace de esta historia se poducirá en el Sánchez Pizjuán. Ésa es la
mejor noticia de un partido en el que el Sevilla fue inferior, hasta que
comenzó a creen en sí mismo, lo que evidencia las posibilidades de los
de Unai, sobre todo en su casa, respaldados por la afición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario