Emery pensó en Beto, Coke, Fazio, Fernando Navarro, Alberto Moreno, Kondogbia, Medel, Jesús Navas, Rakitic, Perotti y
Negredo para hacer frente a un Espanyol que, a mi juicio, es de esos equipos que parecen débiles y luego te hacen el partido de su vida a poco que te descuides.
No he podido preparar un resumen propio por motivos de salud, así que les remito al de la web oficial. Discúlpenme. La reflexión final (tras el acta) sí es mía:
Era un partido de los del sí o sí, porque lo contrario significaba decir adiós
al objetivo europeo con cuatro jornadas por delante. No era, en suma, una nueva
oportunidad de subirse al tren continental, sino la oportunidad, la última. Y el
Sevilla lo entendió así, mostrando la superioridad y suficiencia que ha venido
exhibiendo en sus choques de casa en lo que va de 2013, con un balance
espectacular de ocho victorias ligueras de nueve posibles, con una sola derrota
que tuvo una desafortunada firma arbitral. Una vez más los de Unai Emery
demostraron que cuando juegan en en el Sánchez Pizjuán gozan de una solvencia y
capacidad que casi sin saltar al campo achica a sus rivales, haciendo sencillo
lo que a priori podía parecer difícil.
Así
ocurrió, al menos, en el compromiso de este domingo, que apenas dio para un
cuarto de partido. 22 minutos, para ser exactos, bastaron para despachar a un
Espanyol que no ofreció tanto como en principio se esperaba. Como es habitual
cuando juega a querencia, el Sevilla comenzó mandando, con una presión muy
efectiva y un Diego Perotti, que finalmente fue quien suplió al
lesionado Reyes, hiperactivo y versátil. El argentino, lejos de encasillarse en
la banda izquierda, se movió con soltura por toda la línea de tres cuartos,
generando muchas situaciones de superioridad en el centro del campo. El partido,
no obstante, siempre se puso de cara. Sin hacer nada del otro mundo los de Emery
se adelantaron en el minuto 10, después de que un buen centro de Perotti a Navas
acabara en servicio al área del palaciego que Joan Capdevila mandó a la red de
su propia portería. El Espanyol, que hasta ese momento había pasado inadvertido,
se difuminó por completo. Y el Sevilla, por su parte, lo único que tuvo que
hacer fue reclamar lo que le estaban sirviendo en bandeja. Primero fue Navas, en
el 18, quien tras recibir una vez más desde la izquierda, esta vez de Alberto
Moreno, quien se inventó el pase de la tarde por abajo, dejando solo a Coke para
que el ex de Vallecas ajusticiara sin piedad a Casilla con un golpeo severo.
Cuatro minutos más tarde fue Negredo quien remató con destreza un centro de
Rakitic con Casilla, que se quedó a media salida, ya batido.
Con el 3-0
se acabó la emoción. El Sevilla continuó ejerciendo el protagonismo, pero no
quiso hacer más sangre en una contienda que estaba sin duda vista para
sentencia. Lo mejor de ahí al descanso fue el juego de Perotti, que se permitió
hasta varios destellos que levantaron al respetable. En la reanudación
Kondogbia, en camilla, fue sustituido por Maduro al poco de comenzar y más tarde
Perotti, con la grada entregada, dejó su lugar a Stevanovic. Poco o nada
significó el cambio de cromos, porque el partido deambulaba ya por el camino de
la no agresión, excepción hecha de Jesús Navas, que ni en las malas ni por
supuesto en las buenas entiende de treguas. Fue el de Los Palacios el que más lo
intentó en una segunda mitad en la que la tranquilidad por el deber cumplido
brilló por encima de todo, incluso pese al remate al larguero de Stuani con el
tiempo cumplido.
Tranquilidad y, sobre todo, ilusión para un final de campaña en el que el
Sevilla tiene muchas posibilidades de meterse en Europa si de una vez por todas
consigue sumar un triunfo fuera de casa, algo que se resiste en exceso de forma
incomprensible, sobre todo si se tiene en cuenta lo fácil que hace sus
encuentros en casa. Este domingo el Sevilla doblegó con amplia solvencia a un
rival directo prácticamente sin remangarse. La mano de Emery ha barnizado de
fortaleza en Nervión a un equipo que si logra hacer valer el autoestima que
exhibe a querencia cuando juega a domicilio a buen seguro jugará la próxima
campaña en competición continental. Por lo pronto en casa el equipo continúa
exhibiendo una fiabilidad encomiable que le mantiene con opciones.
Veamos el acta:
(12) Hedwiges Maduro | | 49 |
en sustitución del jugador | |
(22) Geoffrey Kondogbia | | |
|
(18) Stevanovic, Miroslav | | 62 |
en sustitución del jugador | |
(10) Diego, Perotti | | |
|
(21) Alex Sandro Mendonça Dos Santos | | 81 |
en sustitución del jugador | |
(23) Jorge, Andujar Moreno | |
(10') Juan Capdevila Mendez | P.P. |
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(18') Jorge, Andujar Moreno | Gol |
|
(22') Álvaro Negredo Sánchez | Gol |
(15') Álvaro Negredo Sánchez | Amarilla |
| + En el minuto 15 el jugador (9) Álvaro Negredo Sánchez fue amonestado por el siguiente motivo: derribar a un contrario en la disputa del balón
En este partido Beto por fin ha dejado la portería a cero, haciendo que los aficionados sevillistas que nos declaramos "palopistas" respiremos tranquilos. ¡¡¡Hay portero, señores!!!
Próxima estación: Málaga. |
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