Buscar este blog

viernes, 7 de noviembre de 2014

Los reyes de la Europa League siguen con paso firme (3-1)

Los 18 convocados por Emery fueron Beto, Sergio Rico, Coke, Diogo, Fernando Navarro, Tremoulinas, Carriço, Pareja, Mbia, Krychowiak, Banega, Denis, Vitolo, Reyes, Deulofeu, Iago Aspas, Bacca y Gameiro.

Les dejo el resumen de la web oficial:

El Sevilla, con mucho trabajo y también con mucho talento, sacó adelante un partido que fue tan complicado como se presuponía en un principio, por la buena racha con la que llegaba un Standard revitalizado en las dos últimas semanas. Y lo hizo en parte gracias al talento de un futbolista diferente, que en su zurda posee un pincel y que si tiene su día le pinta la cara a quien se le ponga por delante. José Antonio Reyes, como hace una semana en Sabadell, se lució, jugó de dulce e impulsó a los suyos hacia el triunfo, abarcando prácticamente todo el peligro que generó el equipo en el primer acto y haciendo un gol sólo apto para esos genios que con tan poco generan tanto. El juego primoroso de Reyes marcó la diferencia en el primer acto y en la reanudación valió con la robustez atrás del equipo para amarrar un choque al que Carlos Bacca puso la guinda, marcando el definitivo 3-1.

Los dieciseisavos de final están más cerca. No fue fácil, porque el Standard vino a dar pelea y por momentos puso las cosas complicadas. Pero el Sevilla hizo un partido muy serio, tremendamente laborioso. Salió acaparando el protagonismo, fundamentando casi todo en José Antonio Reyes, que salió con garbo, muy motivado. Y así Reyes es más que casi todos los que le rodea, como demostró. La pelota pasaba por sus botas y el peligro era casi inevitable. El Standard achicaba aguas como podía, pero en el minuto 18 Gameiro abrió el marcador, cabeceando con habilidad un balón prolongado por Mbia, al bote de un córner sacado por Deulofeu. El 1-0 no apagó al Sevilla, aunque sí le dio el balón al Standard, que dio un pasito adelante y se encontró con el empate, rebasada la media hora de juego, con la ejecución de una falta de Mpoku que pegó en la barrera y engañó a Beto, que ya por entonces jugaba con molestias. Lejos de tumbar al Sevilla, el gol de los belgas lo hizo más incisivo. Reyes tomó el mando y continuó con el clínic de fútbol de alta gama que exhibió en los primeros compases. Forzó y ejecutó una falta de forma espléndida que a punto estuvo de superar a Thuram. Sin embargo, todavía tenía algo en su chistera para encarrilar la noche. A pocos minutos del descanso se inventó una de esas jugadas imposibles para los mortales, avanzando entre un mar de piernas belgas con el apoyo de varias paredes, para plantarse dentro del área y superar con un fino toque a Thuram, poniendo al Ramón Sánchez Pizjuán literalmente patas arriba.

En la reanudación, y con la ventaja a favor, el Sevilla, proyectándose mucho en sus laterales, fue a por el tercero con decisión, muy superior en la zona ancha. Lo tuvieron Krychowiak, Reyes y sobre todo Denis, que cabeceó al larguero un servicio de terciopelo de Tremoulinas. El Sevilla, ya con Sergio Rico en el campo, estaba fino, pero le faltaba machacar la contienda. Reyes tuvo que abandonar el campo por lesión, suplíendole Vitolo, pero las ofensivas, sobre todo a la contra, no cesaron. El partido estaba bonito, porque el Standard no renunciaba a nada, aunque le costaba mucho superar la solidez con la que se empleaban los hombres de Unai. Aún así, Sergio Rico tuvo que hacer varias intervenciones, que dejaban constancia de que en ningún caso se podía caer en la relajación. Emery así lo entendió, y sacó a Carlos Bacca por Deulofeu, con el fin de aportar frescura en los metros finales. Sin embargo, el choque siguió en un pañuelo hasta prácticamente su recta final, cuando de nuevo a balón parado, al bote de un córner, Carriço prolongó en el primer palo y Bacca empujó a gol donde empujan los matadores.

El gol del colombiano fue la rúbrica de un triunfo trabajado y merecido que acerca al Sevilla a los dieciseisavos y que sobre todo evidencia que José Antonio Reyes sigue siendo ese futbolista encantador que si quiere  casi siempre puede. Y cuando eso ocurre siempre es más fácil y sobre todo más bonito.

Lo peor de todo fueron las lesiones de Beto y Reyes. El domingo toca recibir al Levante de mi paisano Lucas Alcaraz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario