Les aviso de que no tengo muchas ganas de escribir por una razón de peso de la que ya se habrán enterado.
Caparrós alineó de inicio a Vaclík, Carriço, Mercado, Jesús Navas, Promes,
Roque Mesa, Banega, Sarabia, Franco Vázquez, Munir y Ben Yedder.
Tardó el Sevilla en abrir el marcador en Nervión, pero cuando lo hizo no tuvo piedad de un Rayo Vallecano que se entregó tras el primer gol de Promes. Desde el 55 hasta el 87, con el quinto de Bryan, los de Caparrós se dieron un festín después de no ser capaces de batir a Alberto en los primeros cuarenta y cinco minutos,
pese a que lo buscó con ahínco. Tres puntos que no se podían escapar
del feudo blanquirrojo y que colocan a los hispalenses 55 puntos a falta
de doce por disputar.
Una primera mitad en la que el conjunto sevillista mereció quizás más que las tablas iniciales
a la hora de marcharse al túnel de vestuarios, donde hasta casi el
último minuto pisó el área de Alberto con peligro para haber abierto el
luminoso en el Sánchez-Pizjuán. La primera llegó en el minuto 7, con una falta directa lejana de Banega que obligó al guardameta madrileño a realizar una gran intervención despejando a córner.
Desde entonces, el Sevilla llegaba tanto por la izquierda con Promes y
Munir como con Navas y Sarabia por la derecha, pisando inmediaciones
vallecanas pero sin llegar a definir. El Rayo se intentaba descolgar
cuando los blanquirrojos finalizaban arriba sus ataques, pero sin
inquietar en ningún momento a Vaclík.
La segunda mitad comenzó tal y como finalizó la primera, con el Sevilla
volcado sobre la meta de los vallecanos. Y tanto iba el cántaro a la
fuente que tenía que terminar por romperse, cuanto antes mejor para los
intereses nervionenses. En un intervalo de apenas 8 minutos los de Caparrós sentenciaron el partido con tres goles. Primero Promes, que tras un rechace a un disparo propio perforaba por fin las mallas de Alberto para tranquilidad sevillista. Con la lata abierta, apenas un
minuto después Sarabia realizaba un magnífico cambio de banda que Munir
controlaba en el área para acabar fusilando al guardameta visitante.
Con aún el buen sabor de boca encarrilar definitivamente los tres puntos,
nuevamente Munir, que completó un partido brillante, aprovechó un
rechace a un disparo de Ben Yedder rechazado por Alberto para poner un
doblete en su haber. No quedaría ahí la actuación del
hispano-marroquí, que antes de dejar su lugar a Bryan sobre el césped
completaría su participación con una gran asistencia para Ben Yedder, que no se iría de vacío tras varios intentos y puso el cuarto en el luminoso del Sánchez-Pizjuán.
La goleada la completó, para alegría propia y de todo el estadio, el joven Bryan Gil. El
canterano sevillista recogió una nueva entrega de Sarabia y con un
temple digno de veterano, recortó en el área pequeña al último defensor
rayista y batió a Alberto. Golazo de Bryan para redondear una tarde-noche brillante en Nervión, pese a que tardó en disfrutar de los goles.
Mañana volveremos a jugar a las 14:00. Será en Girona.
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