Los 18 convocados por Emery fueron Beto, Sergio Rico, Coke, Diogo, Fernando Navarro, Tremoulinas, Carriço,
Pareja, Mbia, Krychowiak, Banega, Denis, Vitolo, Reyes, Deulofeu, Iago
Aspas, Bacca y Gameiro.
Les dejo el resumen de la web oficial:
El Sevilla, con mucho trabajo y también con mucho talento, sacó
adelante un partido que fue tan complicado como se presuponía en un
principio, por la buena racha con la que llegaba un Standard
revitalizado en las dos últimas semanas. Y lo hizo en parte gracias al
talento de un futbolista diferente, que en su zurda posee un pincel y
que si tiene su día le pinta la cara a quien se le ponga por delante.
José Antonio Reyes, como hace una semana en Sabadell, se lució, jugó de
dulce e impulsó a los suyos hacia el triunfo, abarcando prácticamente
todo el peligro que generó el equipo en el primer acto y haciendo un gol
sólo apto para esos genios que con tan poco generan tanto. El juego
primoroso de Reyes marcó la diferencia en el primer acto y en la
reanudación valió con la robustez atrás del equipo para amarrar un
choque al que Carlos Bacca puso la guinda, marcando el definitivo 3-1.
Los dieciseisavos de final están más cerca. No fue fácil, porque el
Standard vino a dar pelea y por momentos puso las cosas complicadas.
Pero el Sevilla hizo un partido muy serio, tremendamente laborioso.
Salió acaparando el protagonismo, fundamentando casi todo en José
Antonio Reyes, que salió con garbo, muy motivado. Y así Reyes es más que
casi todos los que le rodea, como demostró. La pelota pasaba por sus
botas y el peligro era casi inevitable. El Standard achicaba aguas como
podía, pero en el minuto 18 Gameiro abrió el marcador, cabeceando con
habilidad un balón prolongado por Mbia, al bote de un córner sacado por
Deulofeu. El 1-0 no apagó al Sevilla, aunque sí le dio el balón al
Standard, que dio un pasito adelante y se encontró con el empate,
rebasada la media hora de juego, con la ejecución de una falta de Mpoku
que pegó en la barrera y engañó a Beto, que ya por entonces jugaba con
molestias. Lejos de tumbar al Sevilla, el gol de los belgas lo hizo más
incisivo. Reyes tomó el mando y continuó con el clínic de fútbol de alta
gama que exhibió en los primeros compases. Forzó y ejecutó una falta de
forma espléndida que a punto estuvo de superar a Thuram. Sin embargo,
todavía tenía algo en su chistera para encarrilar la noche. A pocos
minutos del descanso se inventó una de esas jugadas imposibles para los
mortales, avanzando entre un mar de piernas belgas con el apoyo de
varias paredes, para plantarse dentro del área y superar con un fino
toque a Thuram, poniendo al Ramón Sánchez Pizjuán literalmente patas
arriba.
En la reanudación, y con la ventaja a favor, el Sevilla,
proyectándose mucho en sus laterales, fue a por el tercero con decisión,
muy superior en la zona ancha. Lo tuvieron Krychowiak, Reyes y sobre
todo Denis, que cabeceó al larguero un servicio de terciopelo de
Tremoulinas. El Sevilla, ya con Sergio Rico en el campo, estaba fino,
pero le faltaba machacar la contienda. Reyes tuvo que abandonar el campo
por lesión, suplíendole Vitolo, pero las ofensivas, sobre todo a la
contra, no cesaron. El partido estaba bonito, porque el Standard no
renunciaba a nada, aunque le costaba mucho superar la solidez con la que
se empleaban los hombres de Unai. Aún así, Sergio Rico tuvo que hacer
varias intervenciones, que dejaban constancia de que en ningún caso se
podía caer en la relajación. Emery así lo entendió, y sacó a Carlos
Bacca por Deulofeu, con el fin de aportar frescura en los metros
finales. Sin embargo, el choque siguió en un pañuelo hasta prácticamente
su recta final, cuando de nuevo a balón parado, al bote de un córner,
Carriço prolongó en el primer palo y Bacca empujó a gol donde empujan
los matadores.
El gol del colombiano fue la rúbrica de un triunfo trabajado y
merecido que acerca al Sevilla a los dieciseisavos y que sobre todo
evidencia que José Antonio Reyes sigue siendo ese futbolista encantador
que si quiere casi siempre puede. Y cuando eso ocurre siempre es más
fácil y sobre todo más bonito.
Lo peor de todo fueron las lesiones de Beto y Reyes. El domingo toca recibir al Levante de mi paisano Lucas Alcaraz.
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