Emery apostó por Javi Varas, Diogo, Pareja, Fazio, Alberto, Carriço,
Trochowski, Reyes, Rakitic, Víctor Machín y Gameiro. "¿Estamos locos o nos lo hacemos?", pensé.
Les dejo el resumen de la web oficial:
Había cierta desconfianza por lo ocurrido en la Copa del Rey ante el
Racing de Santander, pero esta vez todo salió como estaba previsto y el
Sevilla jugará los octavos de final de la Europa League, tras vencer sin
demasiados apuros a un poco incisivo Maribor en el Sánchez Pizjuán.
Bien es cierto que hubo momentos de dudas, cuando un gol clasificaba a
los eslovenos, pero un afortunado y a la vez merecido tanto de Reyes,
que fue a presionar al guardameta y obtuvo premio con el rebote, acabó
con parte de la emoción. Con el partido jugándose siempre en campo del
Maribor, Gameiro volvió a ver portería -ya es máximo goleador del
Sevilla en Europa esta temporada- con un tiro cruzado a la hora de
juego. Con los visitantes casi tirando ya la toalla, no pasó demasiado,
pero Vrsic acortó en el descuento en un fallo de marcaje, en la primera
ocasión del rival. Por suerte no había tiempo para más y el Sevilla
estará en la siguiente ronda, donde se las verá con el eterno rival.
El guión del partido quedó claro desde el primer momento. El Maribor no
estaba dispuesto a arriesgar demasiado, y fue el conjunto nervionense el
que se lanzó desde el inicio a la meta de Handanovic. Una dejada de
Gameiro propició un disparo potente de Reyes que repelió el meta. Justo
después era el propio utrerano el que obligó a lucirse al cancerbero
tras una bonita jugada. Habían pasado diez minutos y solo se jugaba en
ese campo, pero sí que es cierto que un par de malos despejes, sin
peligro real, sirvieron para que el Sevilla no se confiase. Las
ocasiones se sucedían siempre en la misma portería, pero por medio de
arreones y sin la continuidad necesaria como para respirar del todo en
la eliminatoria. Por entonces la grada ya sabía que, de pasar, esperaba
el derbi en octavos, pero un par de lanzamientos de Rakitic por encima
del larguero no fueron suficientes para hacer el 1-0. El partido solo se
podía romper en una acción aislada y esta llegó en un momento clave, a
cuatro minutos del descanso. Balón que para Handanovic, que se dispone a
sacar en largo ante la presión de Reyes. El utrerano encuentra premio
con la carrera y el balón se estrella en su cuerpo, entrando sin
oposición en la fortaleza eslovena.
Muy buen resultado para afrontar la segunda parte sin sobresaltos, y con
Iborra por Pareja desde su inicio, lo que obligó a Carriço a bajar una
vez más al centro de la defensa. No pasaba demasiado, y lo que pasó fue
lo mejor posible. Balón arriba que recibe mal el último hombre del
Maribor. Gameiro la roba, avanza escorándose a la derecha y le pega
cruzada imposible para Handanovic. Quedaba algo más de media hora por
delante y todo parecía hecho. El Maribor fue el primero en bajar los
brazos y el Sevilla no se quiso complicar, tocando y tocando, y buscando
la espalda de los zagueros rivales con Marin, que volvió a tener
minutos. Nadie temía por el resultado... pero al final hubo sorpresa
desagradable. En la única llegada visitante, un fallo de marca permitió a
Vrsic rematar solo en el área pequeña y batir a Varas, que no había
tenido que actuar en todo el choque. Por suerte fue una anécdota, porque
ya no había tiempo material para más.
Ahora toca pensar en la Liga y en la visita de la Real Sociedad el
domingo, pero con la eliminatoria más especial posible esperando en
octavos. Dentro de 14 días tocará recibir al Betis en el Sánchez
Pizjuán, con la vuelta una semana más tarde en Heliópolis.
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