Emery apostó de inicio por Beto, Coke, Fazio, Botía, Alberto Moreno, Medel, Kondogbia, Rakitic, Jesús Navas, Reyes y Negredo. El once no está mal. Sólo le pongo un "pero": Beto. Él otra vez. Minándole la moral a Palop no consigue nada, señor Emery, sólo destrozarle su último año en el club a todo un portero y todo un señor como él.
En la grada había un espectador de lujo. A ver si lo reconocen:
Bingo. Cristóbal Soria estuvo allí animando a los suyos, a los míos, a los nuestros.
Que íbamos a salir a morder desde que Del Cerro Grande indicara el inicio del partido estaba muy claro. En siete minutos ya mandábamos en el marcador gracias a Rakitic, que ha vivido una semana muy importante para él: Ha dejado de estar soltero. Lástima... Miren qué carita se le quedó al portero:
Seguíamos controlando la situación. En el 18' se repitió la historia: Rakitic agrandaba el marcador y, de paso, su leyenda, si bien el gol jamás debió subir al marcador por un fuera de juego clamoroso que señaló el árbitro asistente. Del Cerro Grande ni se dio cuenta, señores.
El partido siguió disputándose con una cómoda ventaja para el conjunto sevillista. 32': Negredo anota el tercer tanto para el conjunto de Nervión, el 18º en su cuenta personal y hace entrar en éxtasis a una servidora. "¡¡¡Qué bueno es, qué bueno es!!!", me atreví a gritar a los cuatro vientos para que todos mis vecinos supieran lo importante que es para mí la presencia de Negredo en mi Sevilla.
Dicen que la alegría dura poco en la casa del pobre. Quien lo dijo por primera vez, lo clavó. El despiste de Medel fue tan grande que Pabón marcó un gol imposible para Beto.
Tras el descanso, el rival salió algo más enchufado. Pero lo más alucinante fue el hecho de que Del Cerro Grande viera penalty de Rubén Castro a Fazio donde no lo había, o, al menos, parecía no haberlo. Transformó el propio Rubén Castro, dejando a Beto completamente vendido. Se empezaron a complicar las cosas: Del Cerro Grande amonestó a Fazio, pero eso no fue lo más gordo. Cañas y Medel se las tuvieron tiesas y el chileno le dio un manotazo al rival, que exageró y se fue al suelo. Lo más justo hubiera sido amarilla para uno y para otro o incluso roja para uno y para otro. Pues bien, Del Cerro Grande mandó a la ducha a Medel y Cañas siguió tan tranquilo con una amarilla. "¡¡¡Pero si los dos han hecho exactamente lo mismo!!!", me apresuré a gritar. Pues nada, con uno menos todo lo que faltaba de partido. Miren la que se formó en la jugada en la que Del Cerro Grande enseña su inventario de tarjetas para que veamos que no se le han olvidado en su casa o en el hotel:
Y aquí vemos a Del Cerro Grande con la roja en la mano:
El Betis se fue creciendo, pero la defensa sevillista estuvo de dulce. Beto tampoco estuvo nada mal, pero como Palop no hay nadie...
El partido estaba tan caliente que ni el banquillo sevillista se salvó de Del Cerro Grande. Cala protestó (con toda la razón del mundo) y vio una amarilla.
A un minuto del final del tiempo reglamentario, Nosa puso el empate en el marcador. Lo celebró de una forma un tanto curiosa: Levantando el dedo corazón de ambas manos. Su entrenador decidió celebrarlo también, y no tuvo otra cosa que dirigir el dedo corazón de una de sus manos a la zona donde estaban los aficionados sevillistas. "¿Este señor se ha vuelto loco?", me pregunté a gritos. Un punto que nos supo a muy poco, por lo menos a mí.
Veamos el acta:
| (10) Diego, Perotti |  | 68 |
| en sustitución del jugador | ||
| (19) José Antonio Reyes |  | |
 | ||
| (12) Hedwiges Maduro | | 84 |
| en sustitución del jugador | ||
| (22) Geoffrey Kondogbia | | |
| ||
| (14) Manuel, Del Moral Fernandez | | 89 |
| en sustitución del jugador | ||
| (9) Álvaro Negredo Sánchez | | |
| |||||||||||||||||||||||||
| |||||||||||||||||||||||||
| |||||||||||||||||||||||||
No hay comentarios:
Publicar un comentario