¿Saben quién es este niño que posa con Navas al lado de Xavi? Aitor, el hijo de Antonio Puerta. Ahí estuvo para ver a su Sevilla.
No pude ver el partido por culpa del horario tan malo, así que les dejo la crónica de la web oficial. Mil disculpas:
El Sevilla FC cuajó un partido redondo, con otra exhibición de sacrificio
colectivo que sólo podía llevar al equipo a una justa victoria ante el
Barcelona, hasta que en los últimos 20 minutos se desencadenó una serie de
controvertidas decisiones arbitrales que desquició a los locales
El Sevilla FC lo hizo todo para ganar, pero se quedó con la miel
en los labios, padeciendo un final de partido cruel, sobre todo porque no daba
premio al excepcional trabajo colectivo que de nuevo ofrecieron los jombres de
Míchel. El equipo local llevó al Barcelona al límite y lo hubiera tumbado de no
haber sufrido en los últimos 20 minutos unas desafortunadas decisiones de Mateu
Lahoz que acabaron derrotando a un equipo que, sin embargo, nunca cayó ante
su rival en igualdad de condiciones, pero que acabó abatido por el injusto final
que le aguardó el encuentro. Nada que reprochar, sin duda, a un Sevilla que cayó
en el marcador pero que en espíritu bajo ningún concepto puede sentir derrotado.
Saltó el Sevilla al campo con el mismo dibujo que puso en
liza en las dos últimas jornadas con tanto éxito. El planteamiento, como ante el
Madrid, era muy claro: esperar al Barça, ponérselo difícil con muchos efectivos
en la zona ancha y salir a la contra para sorprenderle, aprovechando los
espacios propiciados por la naturaleza ofensiva de los azulgrana. El guión lo
cumplieron los locales con mucha destreza y el espíritu necesario para igualar
la calidad de un rival verdaderamente superior, que incluso con todo y eso al
principio, hasta que los de Míchel no entraron en calor, pudo haberse
adelantado, teniendo Palop que decir presente en varias ocasiones. Sin embargo,
una vez pasados los apuros iniciales el Sevilla le encontró el pulso al choque y
sin duda fue el que más cómodo se encontró. El Barcelona se perdía entre el mar
de piernas rival, que con continuas ayudas acababa siempre imponiéndose,
saliendo con celeridad, hasta que pasado el ecuador del primer acto dio por fin
el primer golpe de la noche, con una jugada rotunda, que en sí ejemplifica lo
que fue el Sevilla. El Barça ataca, pero se estrella una vez más con la muralla,
Spahic supera la línea de presión con un envío largo que amortigua Negredo en la
divisoria. El balón llega a Medel, que mete la directa y cuando se asoma al área
dispara flojo y mal, despejando un defensa, con la fortuna de que el cuero le
queda en suerte a Trochowski en el flanco izquierdo del área. El alemán cruza
con todo y desata la euforia en Nervión.
El gol sevillista no relajó a los de Míchel, que continuaron
sentando cátedra en torno a lo que significa jugar solidariamente y con
agresividad, de memoria, incluso por instinto, lo que propició que incluso antes
del descanso las veloces salidas de Navas o Negredo hicieran pensar en el
segundo, ante un Barça cariacontecido, atragantado con la efectiva puesta en
escena local.
El descanso no varió el cuadro, al que el Sevilla le dio un nuevo brochazo triunfal apenas volver al campo. Recuperación en la medular, Medel habilita a Negredo, el madrileño gana la posición y define con mucha habilidad ante Valdés levantando el cuero ante su salida. Todo se ponía de cara, pero el Barcelona no estaba dispuesto a vender barata su piel y con un zurdazo lejano de Cesc acortaba distancias con 38 minutos por delante, dejando claro que la noche no iba a ser un paseo para los locales. Tal vez por el gol azulgrana y el lógico desánimo o tal vez porque el gran esfuerzo colectivo comenzaba a hacer mella, el equipo comenzó a sufrir, sobre todo porque la frescura mental se redujo en las contras. SIn embargo, no fue hasta el minuto 26 cuando el partido se puso imposible, y no por fallos del Sevilla precisamente. Fue en ese momento cuando Medel vio una rícula tarjeta roja, después de la enésima provocación –teatro incluido- de Cesc, el mismo que provocó la expulsión de Kanouté la pasada campaña. El chileno apenas tocó al catalán, que se tiró al suelo demostrando unas dotes cómicas que dejan mucho que desear. Kondogbia salió al instante por Rakitic.
El descanso no varió el cuadro, al que el Sevilla le dio un nuevo brochazo triunfal apenas volver al campo. Recuperación en la medular, Medel habilita a Negredo, el madrileño gana la posición y define con mucha habilidad ante Valdés levantando el cuero ante su salida. Todo se ponía de cara, pero el Barcelona no estaba dispuesto a vender barata su piel y con un zurdazo lejano de Cesc acortaba distancias con 38 minutos por delante, dejando claro que la noche no iba a ser un paseo para los locales. Tal vez por el gol azulgrana y el lógico desánimo o tal vez porque el gran esfuerzo colectivo comenzaba a hacer mella, el equipo comenzó a sufrir, sobre todo porque la frescura mental se redujo en las contras. SIn embargo, no fue hasta el minuto 26 cuando el partido se puso imposible, y no por fallos del Sevilla precisamente. Fue en ese momento cuando Medel vio una rícula tarjeta roja, después de la enésima provocación –teatro incluido- de Cesc, el mismo que provocó la expulsión de Kanouté la pasada campaña. El chileno apenas tocó al catalán, que se tiró al suelo demostrando unas dotes cómicas que dejan mucho que desear. Kondogbia salió al instante por Rakitic.
El tramo final del encuentro iba a ser cardiaco. Con uno menos, el
Sevilla resistía como podía el continuo empuje azulgrana, que encontraba en
Mateu Lahoz un aliado de lujo, desquiciando el valenciano a los locales con un
goteo constante de faltas en contra. Aún así el Sevilla resistió hasta el filo
del minuto 90 cuando el criterio arbitral´, una vez más, derrumbó las emociones
locales. Jugada dividida, mano clarísima de Thiago, Lahoz, que está al lado, no
ve, o no pita, nada y empate de Cesc, para desquicio colectivo de una grada que
no entendía lo que estaba sucediendo, buscando una explicación inexistente a la
vodevil que estaba dando el colegiado. Míchel, de los nervios, acabó expulsado.
Al menos se ahorró el el disgusto de ver un descuento atroz de cinco minutos que
liquidó a un Sevilla con la moral hundida, presa fácil del Barça, que ganó sin
superar jamás a un Sevilla gigante, que sin duda demostró una vez más que está
muy bien trabajado y que sólo ante situaciones inexplicables como la que generó
el silbato esta noche se verá alejado de los triunfos.
Veamos el acta:
(14) Manuel, Del Moral Fernandez | 37 | |
en sustitución del jugador | ||
(15) Piotr, Trochowski | ||
(22) Geoffrey Kondogbia | 76 | |
en sustitución del jugador | ||
(11) Iván, Rakitic | ||
(16) Antonio Manuel, Luna Rodríguez | 80 | |
en sustitución del jugador | ||
(9) Álvaro Negredo Sánchez |
(25') Piotr, Trochowski | Gol |
(48') Álvaro Negredo Sánchez | Gol |
(28') Iván, Rakitic | Amarilla |
(73') Gary Alexis, Medel Soto | Roja |
(89') Botia Rabasco, Alberto Tomás | Amarilla |
+ En el minuto 28 el jugador (11) Iván, Rakitic fue amonestado por el siguiente motivo: jugar el balón con la mano, cortando la posibilidad de ser jugado por un adversario | |||
+ En el minuto 89 el jugador (24) Botia Rabasco, Alberto Tomás fue amonestado por el siguiente motivo: derribar a un contrario en la disputa del balón |
+ En el minuto 73 el jugador (8) Gary Alexis, Medel Soto fue expulsado por el
siguiente motivo: propinar un cabezazo en la cara de un adversario sin estar el
balón en juego
+ En el minuto 85 el técnico Gonzalez Martin Del Campo, Jose Miguel fue
expulsado por el siguiente motivo: dirigirse al equipo arbitral, de viva voz y
gesticulando con los brazos en alto y fuera de su área técnica, en los
siguientes términos (en repetidas ocasiones): "no tenéis vergüenza"
En el minuto 88, tras un gol conseguido por el equipo visitante, cayeron al
terreno de juego dos mecheros y tres botellas de plástico con líquido en su
interior sin llegar a impactar en ningún participante del juego
Antes de iniciarse el partido se llevó a cabo el protocolo de "Juego Limpio"
Recapitulemos: Sin Medel (salvo que le quiten la roja, que lo veo difícil), sin Rakitic (5ª amarilla), ¿sin Trochowski? (lesionado ayer, miren lo que dijo Míchel: “Vamos a ver cómo evoluciona Trochowski del problema muscular que ha tenido.
Estábamos asustados al principio pero ha debido ser un espasmo muscular producto
de un golpe”) y con Míchel en la grada, el viernes a las 21:30 y con las cámaras de MARCA TV, veremos el Celta-Sevilla. Hasta entonces, siempre nos quedará gritar eso de... ¡¡¡VIVA EL SEVILLA!!!